Participantes
Hombres Trabajadores
Agustín Lopera - Manos de cirujano, corazón de artista
Colombia
Reseña
Cuando un cliente se sienta en tu silla tienes el deber de proteger sus deseos, auto estima e imagen propia con solo las herramientas a tu disposición. Así que hay una necesidad de ser absolutamente preciso. El barbero es entonces parte cirujano, por la necesidad absoluta de no pasarse con los cortes, pero además porque están trabajando para salvar vidas. ¿Quién no ha sido presa de un corte de pelo terrible que hace que quieras llorar? ¿quién no ha pedido un corte, para luego mirar con impotencia, como le hacían algo que no pidió? Se le da la misma confianza a un barbero que a un cirujano, en ambos casos se espera que no cometa ningún error en absoluto, porque en caso de hacerlo se romperán corazones.
Pero a su vez, un barbero también es parte artista, con sus manos crean y moldean la apariencia. Se les permite contar la historia de alguien que no conocen, debido a que el pelo cuenta historias y ellos controlan el cabello. De la misma forma que puedes ir a un pintor o un fotógrafo para que te hagan un retrato, vas al barbero a que te convierta en arte, que te convierta en cómo te quieres ver. En cualquier caso, cortar el pelo es más riesgoso que hacer un cuadro. Con la pintura, de equivocarte, puedes intentarlo de nuevo, con el pelo no, y por eso es tal vez más importante. El pelo es el arte del día a día.
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