Ruega por nosotros (serie x 5)

En México, la discapacidad intelectual es un tema que permanece al margen de los intereses del Estado. La situación es preocupante cuando la mirada se dirige hacia la clase social baja, en donde uno de los familiares padece de algunas de estas complicaciones y los padres o tutores desempeñan trabajos informales con pocas oportunidades de mejorar la calidad de vida. Álvaro es un claro ejemplo de esto, quien tiene un hijo llamado Gonzalo de 18 años, diagnosticado con una afección mental de nacimiento; la discapacidad no le permite realizar la mayoría de sus actividades cotidianas. Debido a las atenciones que Gonzalo debe recibir, Álvaro no puede tener un trabajo formal porque nadie más lo ayuda en el cuidado de su hijo: el tiempo del que dispone para hacerlo nadie se lo retribuye. La misma situación orilló a Álvaro a conseguir trabajos desde ser vendedor ambulante hasta aprender el oficio del chocolate artesanal, ya que dichas labores le permiten procurar a su hijo y así nunca dejarlo solo en casa. Para Álvaro, Gonzalo es su vida y con el poco dinero que logra ganar cubre algunas de sus necesidades, por eso, todos los días le implora a Dios que nunca los desampare. La fe es su único refugio, su consuelo y, a pesar de todo, Gonzalo siempre sonríe.