Entre Montañas, café y maquillaje (serie x 4)

Desde muy temprano en la mañana, los recolectores de café se preparan para iniciar un nuevo jornal. A pesar de estar rodeados de montañas llenas de cultivos del grano, difícilmente pueden tomarse un tinto, el café que siembran y cosechan tiene un destino muy lejano.

Francy y Angélica hacen parte de una cuadrilla de 12 trabajadores, ellas son Emberás transgénero provenientes de las comunidades indígenas cercanas a Pueblo Rico y Chocó, ambas llegaron a Santuario, Risaralda, en busca de trabajo y de explorar su identidad.

Con una máquina a sus espaldas de aproximadamente 10 kilos, botas pantaneras, sudaderas, camisas de colores encendidos y los tradicionales collares en chaquiras que ellas mismas tejen, recorren los verdes cafetales bajo un fuerte sol y el fastidio de los mosquitos.

Luego de sus labores y después de un baño con agua fría, los primos como son conocidos los Emberá transgénero en esta región, se maquillan frente a pequeños espejos hasta transformarse con polvo, lápiz, y labial.

Fuman, juegan parques, ríen y hablan en su lengua hasta la hora de dormir. Así trascurren los días hasta que llega el fin de semana cuando reciben su salario de 100.000 mil pesos en promedio, dinero que usan para sus gastos personales.