Don Pedro el Gorrión (serie x 5)
Seleccionado Hombres Trabajadores
Yadin Andrés Xolalpa Lázaro
MÉXICO
Don Pedro, se abre paso junto con su Tololoche, por la tierra árida del Panteón Municipal de Xico en Valle de Chalco en México, con andar pausado y semblante sereno camina entre cruces y flores marchitas, el calor es inclemente y se mezcla con la densa nube de tierra que es detenida por el cubrebocas que muestra ya ciertos estragos; los días se han vuelto más agitados desde el brote de Coronavirus que ha afectado al mundo y en especial a esta zona del oriente de la zona metropolitana, las peticiones de música para reconfortar el alma van en aumento.
Pedro Huerta de 67 años mejor conocido como El Gorrión sintió desde muy pequeño el gusto por la música, principalmente por la guitarra, aunque después opto por el Tololoche, de joven fue albañil pero después de batallar con la chamba y el pago decidió volverse músico. A pesar de lo que se pueda imaginar con un trabajo en constante contacto con la muerte la tristeza por el dolor ajena no desaparece “No se crea, también nos transmiten algo de su dolor de ellos, porque también nosotros tenemos aquí, así difuntitos también, sepultados, y se siente feo porque le voy a decir que no, y como todos somos humanos” Pedro trabaja junto a otros músicos en el panteón cobran de a 100 pesos la canción incluso menos, y se reparten el dinero entre los cuatro o cinco integrantes que forman el grupo. En los días más álgidos de la pandemia al panteón llegaban más de 17 féretros pero regularmente solo entierran a dos o tres personas al día. A lo lejos, en el horizonte se divisa la llegada de una nueva carroza Don Pedro se incorpora y se hecha el Toloache al hombro para ir a su encuentro. La música siempre ha sido un bálsamo en los momentos más complicados de la vida, y en estos momentos canciones como: Te vas ángel mío, nadie es eterno, rinconcito en el cielo, cruz de olvido se quedarán en el alma de los que ven partir por última vez a un ser querido.