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Estas fotos documentan la historia de mujeres que heredaron la propiedad y derecho a trabajar de sus maridos en la mina cuando estos murieron o resultaron heridos. En muchas zonas de Bolivia, los trabajadores se agrupan en cooperativas para explotar minerales, lo que significa que cada socio posee una parte de la mina que explota y que su familia hereda cuando muere el minero.
Antes la mayoría de mujeres eran presionadas para malvender sus plazas y aceptar trabajos fuera de la mina con salarios más bajos. Al igual que el mito de las mujeres y la mala suerte en el mar, también el subsuelo está repleto de mitos como que una mujer puede ahuyentar las vetas del mineral. Por eso es un logro para ellas bajar cientos de metros todos los días, con herramientas muy rudimentarias y la hoja de coca como único alivio del cansancio.

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