El desafío de preservar la cultura cafetera en los jóvenes (serie x 2)
Seleccionado Trabajo Rural en Colombia
Juan Páez
Colombia
Sin jóvenes campesinos, las tierras cafeteras sólo tendrán personas mayores cultivando en condiciones de vulnerabilidad. Marsella (Risaralda) es parte del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia, ubicado en la parte central de la cordillera de los Andes y considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco desde 2011. Los altos costos de la producción de café hacen que la generación de trabajo decente sea insostenible. No es un secreto que en Colombia, los jóvenes que viven en el campo emigran a las ciudades en busca de mejores oportunidades, ya que la agricultura en Colombia no ofrece garantías de estabilidad económica para los pequeños productores y el primer eslabón de la producción, los jornaleros sin tierra propia.
Un recolector de café en Marsella gana un promedio de entre $180.000 y $220.000 por semana de trabajo, pero argumentan que no es suficiente para vivir con dignidad. Esto contrasta además con la falta de información de los caficultores sobre el café que cada uno cosecha, su falta de conocimiento limita sus posibilidades más amplias de tecnificación y de oferta. La sobreproducción brasileña de café, que el año pasado terminó con una cosecha récord de 62 millones de sacos, así como la especulación de intermediarios ha llevado a la cotización internacional del grano en niveles mínimos de los últimos 12 años, con un grave impacto en las naciones productoras. Dada la caída en el precio del café que se presentó hace más de 2 años en el mercado de valores de Nueva York en cafés (arábica) de tipo suave. A nivel mundial, el costo de producción estimado es de entre 1.2 y 1.5 dólares por libra, es decir, los productores de granos de todo el mundo están produciendo a pérdidas. La producción de café en Colombia cayó un 4,5% en 2018. Colombia, el tercer mayor productor mundial de café después de Vietnam y Brasil, ha sufrido uno de los años más difíciles en los que el costo por libra de café es en promedio por debajo de US$1 libra en los mercados internacionales. 25 millones de familias en el mundo viven de la producción del grano y de las cuales 544 mil familias colombianas están en riesgo. A esto se le pueden agregar más condiciones adversas, como los altos costos de producción y la escasa mano de obra necesaria para cosechar.
Al ver esta brecha cultural, Javier Sánchez, un arquitecto español, crea ‘Cafeteritos’ y ‘Marsella Juega y Educa’, una fundación que enseña a los niños sobre el proceso de producción de todo el café, así como la elaboración final de bebidas. Muchos de ellos sueñan con tener su propio negocio.