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En la última década, en Puebla, México, el cultivo del rábano se ha convertido en el principal sustento de las familias. El INEGI, censo del 2017, afirmó que más de 25 millones de familias se dedicaban al trabajo en el campo, generador de alimentos y fuente de ingresos. En la actividad agrícola, generalmente participa la familia entera. Todas las manos son necesarias para el sustento familiar.

Debido al Covid-19, a finales del 2020, esta actividad se intensificó al grado de obligar a las madres de familia a acudir al campo con sus pequeños hijos, inclusive con los recién nacidos, dándose tiempo de amamantarlos.

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