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La ruralidad colombiana, caracterizada por campesinos minifundistas y de escasos recursos, se mantiene viva como un acto de fe. Quienes han recorrido el campo colombiano, pueden dar testimonio de ello, de sus condiciones de vida, de las largas jornadas de trabajo y extenuantes recorridos, ya sea para llegar a sus cultivos, sus sitios de trabajo o centros de comercialización.
Esta serie, conformada por 5 fotografías, pretende rendir homenaje a los campesinos colombianos y a algunos de sus medios de transporte, esenciales para el desarrollo de sus actividades cotidianas y productivas.

Fotografía #1 SERIE De pesca con los amigos

Haciendo un recorrido por el embalse de Prado, departamento del Tolima, nos encontramos con este pintoresco pescador, quién va en su canoa acompañado de sus inseparables amigos. Fue capturada el 3 de diciembre de 2019, mismo día de mi cumpleaños. El oficio del pescador, inicia antes de que salga el sol y dependiendo de la suerte y temporada del año, puede terminar muy temprano o muy tarde, muchas veces, sin éxito.

Fotografía #2 SERIE Hora de pescar

Esta fotografía, también fue realizada en el embalse de Prado, solo que un año más tarde que la #1 y en medio de la pandemia del Covid-19. A pesar de las restricciones por la pandemia, pudimos realizar un nuevo recorrido por este bello embalse, en busca de imágenes que demostraran la biodiversidad y los modos de vida de la gente que vive alrededor, en su mayoría pescadores de bajos recursos. En la foto, 2 pescadores lanzan su red. Aquí aplica el dicho popular «El hambre acosa más que el Covid-19. Capturada el 11 de octubre de 2020.

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