Desayuno sobre la hierba
Seleccionado Trabajo Rural en Colombia
Tom Quintero Sanchez
COLOMBIA
Llueve, busca su sombrero para que la lluvia no le moje la cara, o el sol no le moleste… Depende del clima, que no importa realmente. Sale de su casa camina por un pequeño camino que ha dedicado a llenarlo de matas que lo adornan, su perro Syrope, no le pierde paso y avanza ansioso adelante de ella. Al llegar, las vacas saben que ha llegado la hora, un ordeño más, caminan en orden tranquila y pausadamente esperando su turno, me observan con atención ya que no están acostumbradas a gente fuera de su rutina.
Todos los días a las 4:30 am comienza con el ordeño de 9 vacas, 8 Normandas y una Holstein, me habla sobre la calidad de la leche, más espesa, más grasosa. De repente solo se escucha el sonido de la leche pegando en el balde, la lluvia, algunos pájaros, al fondo la sabana de Cundinamarca, fría, lejana, llena de hatos lecheros tecnificados, produciendo grandes cantidades. La señora Estela como muchas otras madres que trabajan en el ordeño sienten cada vaca, cada ubre, siempre saben cómo está cada animal. La importancia del quehacer diario es vital pues cada mañana a través de estos pequeños ritos la señora Estela con su trabajo simboliza el esfuerzo de muchas mujeres que trabajan el campo posibilitando un desayuno en nuestras mesas.