Racimos de plátano (serie x 4)

Rodolfo, un campesino de 56 años, lleva atados en su cabeza tres racimos de plátano, para llegar al río y sacar el producto a una chalupa. Ha hecho 24 viajes iguales; su jornada laboral arrancó a las seis de la mañana, ya está cayendo la tarde y afirma que no aguanta el dolor en sus rodillas.

Asegura que por cada 2.000 plátanos le pagan 300.000 pesos (150 pesos la unidad), de los cuales 120.000 se invierten en gasolina, para llevar el producto hasta el centro de Tumaco. Para que el plátano no se madure necesita tener tres trabajadores y paga 50.000 pesos a cada uno. Después de tanto esfuerzo, solo le quedaron 30.000 pesos. Si cultivara coca, esos mismos 30.000 se los pagarían por una arroba de hoja y se la recogerían en el punto.
Tumaco, Colombia, 2021.