Esteban Vega LR
COLOMBIA
Hace unos 60 años, un mamo cuyo nombre nadie recuerda llevó esa semilla foránea a la Sierra Nevada de Santa Marta, donde habitan los Kogui, junto con los Arhuaco, Wiwa y Kankuamo. Tendría que convivir con cultivos tradicionales como el algodón, el fríjol, la yuca, el plátano, el guineo y la malanga. El mamo sembró́ la semilla de café arábigo que luego fue aprobada por Kalashe, el padre espiritual de los bosques, facilitando así su desarrollo. Luego los indígenas comenzaron a producirlo y comercializarlo.
