Mascarillas con sonrisas (serie x 4)

Ante las medidas de distanciamiento social que impiden reuniones numerosas por el riesgo de contagio del Covid-19, muchos animadores de fiestas infantiles fueron afectados quedando desempleados y por consiguiente sin ingresos. Para contrarrestar la imposibilidad de ejercer su oficio, se las arreglan para salir a las calles usando, además de su tradicional atuendo, simpáticos barbijos o mascarillas, que en muchos casos fueron creados por ellos mismos. Sin fiestas de cumpleaños u otros eventos que los convoquen, se aferran a realizar trabajos nuevos y esporádicos como desinfección de personas, o promover la venta de ropa en las calles. “Nuestro sector es uno de los más golpeados por la pandemia, no hemos salido a hacer lo nuestro en todo este tiempo y nuestros ahorros se están acabando”. Asegura el payaso Chepeto. La Paz-Bolivia, junio de 2020.